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martes, 19 de octubre de 2010

CASI POEMAS (1)

No somos pura y dura racionalidad, todo nuestro ser se encuentra atravesado de cabo a rabo por las emociones y las expresamos aunque juguemos a no dejarlas ver, las vivimos, aunque se conviertan en un caldero hirviendo en nuestro interior; las sentimos, aunque a veces no queramos o no sepamos reconocerlas, es entonces cuando nos confunden, nos irritan incluso, aquella actividad en nuestro interior tan fuera de nuestro control.
Son difíciles de expresar a tarvés de las palabras algunas emociones, de verbalizarlas, su lenguaje, sobre todo, es el del cuerpo. Es difícil y es ahí donde entra en juego la poesía, aunque difícilmente se llegue a comprender lo que se escribe, lo que se lee. Quizás baste con llegar a provocar una emoción, si esto es así, el objetivo está logrado. Esa emoción, de igual manera difícil de expresar, también es poesía, aunque sea menor, como estos "casi poemas".


Si no eres frágil, quebradiza, débil.
¿De qué material sensible construiré yo mi coraza?
¿Con que ingredientes jugaré yo con la muerte?


* * *


El pájaro de tu nombre ha hecho nido en mi cabeza
y está incubando sueños de amanecer
mientras, el rocío de mis lágrimas moja su plumaje.


* * *


Has convertido en escamas de serpiente los poros por los que transpiraba la vida.
Temo la mordedura definitiva que nos envenene a los dos.


* * *


Entre el placer y el dolor me ha gustado cabalgar.
Más tormento cuanto más lejos te ibas.
Más deleite cuanto más te reencontraba.
La vida que se me había ido
eyaculaba con más intensidad entre tus brazos.
La locura más hiriente y la razón más lúcida
acechaban tras la puerta.
La locura cabalgando sobre Clavileño.
La razón sobre Babieca.
Y yo jugando a la vida.


* * *

Sordos de no querer oír,
ciegos de no querer ver,
mudos de no querer gritar,
asistimos impávidos al desfile de las cohortes de la mentira y el odio.
Pero la palabra tiene vida propia
y tiene que estallar.
Tiene que estallar.
O estallaremos nosotros.


* * *


He sido fiera rugiendo en la espesura.
He sido angustia hundida en el abismo.
Pero estoy cansado y he visto en mis ojos
el torpe desaliño de mi vida,
y sólo, ya, quiero ser ternura.
Sólo ternura.
Pero temo que las zarpas que me quedan desgarren mis caricias
y que el dolor se me haya enquistado y anegue la calma.

* * *

Ansiedad soy en ríos sin cauce
y torrentes encerrados en un pozo.
Vida sin poder vivirla.
Sueño de luz en mis tinieblas.

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